a) Hacer que la Diócesis cuente con los planes y programas necesarios para las actividades pastorales, así como promover su ejecución y evaluación, con el acompañamiento y la asesoría que preste a las distintas instancias territoriales, mediante la participación de los respectivos Secretariados y Comisiones diocesanos.
b) Orientar y coordinar a los Secretariados y Comisiones de su área, la Vicaría de Pastoral, para que la acción de éstos responda a las necesidades pastorales de la Arquidiócesis y que sus servicios sean verdaderamente eficaces.
c) Organizar, con la comisión eclesial mandada por los Estatutos respectivos, las Asambleas Diocesanas y apoyar el funcionamiento del Consejo Pastoral.