Explicó que la parte que se encuentra en conflicto “es la de Aguililla y Tepalcatepec que está aun más arriba, nosotros atendemos Trojes y Barreras, pero la parte de Tepalcatepec colinda con una comunidad que es de la diócesis que se llama Ahuijullo, Jalisco, que es la última parroquia por parte del municipio de Tecalitlán, pero gracias a Dios no; está también Jilotlán de los Dolores, Jalisco, que está prácticamente por el rumbo de Tepalcatepec”.
Indicó que gracias a Dios hasta el momento no se han tenido problemas con el crimen organizado, “todos los sacerdotes somos gente con respeto, hombres de fe y dedicados a lo nuestro, respetamos la dignidad de la persona, y en las misas que cada sacerdote celebra en su comunidad los exhortamos a querernos, a respetarnos, a valorarnos, a amar y respetar la vida y a amar a nuestras familias”.
Aclaró que el sacerdote no es juez ni policía, ni tampoco quien va a juzgar, criticar o poner orden cuando hay u desordenen el aspecto de violencia o de otras índoles.
El Vicario General de la Diócesis consideró que Nos están tocando tiempos difíciles en donde se va perdiendo el respeto a las cosas y el respeto al sacerdote o a la religiosa, “por lo que invito a la comunidad para que no se suelten de la mano de Dios, porque de que le sirve al hombre ganar todo el mundo si se pierde a sí mismo o se destruye, creo que ahí está el amor a la vida, a nuestras familias, nuestras comunidades y no perder nuestra identidad, el sacerdote tiene que ser ese padre, ese amigo, ese pastor, ese guía espiritual que va conduciendo y ganarnos para Dios”.

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