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martes, 19 de marzo de 2024

Sabines y Los amorosos, en la guerra electoral


Libros de ayer y hoy / Teresa Gil

 laislaquebrillaba@yahoo.com.mx 

El 19 de marzo de este año, se cumplen los 25 años de la muerte del poeta Jaime Sabines, a casi 6  días de  que  se cunplan sus 98 años de nacido. 

Murió en la capital del país en 1999 y había nacido en Tuxtla el 25 de marzo de 1926. 

La primavera lo tomó en medio. 

Él vivió etapas conflictivas sumado a un sistema que se había apoderado del país, pero pese a ello, como lo refleja en su poesía, no dejó de ejercer la crítica y dolerse de lo que pasaba en nuestro país, cuyo estado donde nació, está dentro de los más pobres de México. Pese a ello le cantaba a un amor evasivo.  

Los amorosos andan  como locos porque están  solos, solos, entregándose, dándose a cada rato, llorando porque no salvan al amor 

LOS AMOROSOS EN ESTE MOMENTO DE GUERRAS REALES, SUCIAS Y PERSONALES 

En efecto, para él, como al final de esa cuarteta, no hay nadie que salve al amor. Con mayor razón a la vida ¿Que diría el poeta si viviera al saber que miles y miles de niños han muerto asesinados en Palestina? 

Quizá, como otros poetas que conocemos, dejaría de escribir. 

No hay nadie,  ningún organismo, que pueda detener el arma asesina de un solo hombre, en un mundo de 8 mil millones de seres humanos impotentes. Y menos la poesía, por si sola, puede detener la maldad. 

¿Que pensarán esos que creen en un dios de esos rumbos y consideran a Israel el pueblo elegido? 

Buena parte de ese  pueblo al parecer está en contra, pero otros están apoyando a Netanyahu.  

EL TRABAJAR Y CONOCER A FONDO AL PRI, NO DILUYÓ SU POESÍA 

A Jaime  Sabines lo marcó el mes de la primavera, nació como dijimos, un 25 de marzo   y murió el 19 de ese mes, cuando tenía 72 años. 

La historia de un hombre que soñó con ser médico cambió en  muchos sentidos al convertirse en poeta y escritor. 

Esta larga etapa  empieza desde su temprana juventud en su tierra natal Chiapas, cuando la duda le cimbraba la vida y un  poema el que lo lanzó a la fama, apareció cuando solo tenía 23 años. 

Fue en 1949 cuando  escribió Los amorosos, que fue publicado en 1950. Ya para entonces había decidido dedicar su vida a la poesía y a la escritura, si bien, en el inter y con críticas de su parte, se metió a la política desde el partido que lo podía apoyar, el PRI. 

Fue diputado dos veces  de 1976 a 1979 y de 1988 a 1991. 

Como suele suceder con  muchos personajes que combinaron su verdadero impulso con las cosas terrenales que les daban para vivir,  en la obra de Sabines no parecen mezclarse las disquisiciones que se daban en esos tiempos en la cámara en períodos de cierta fortaleza en el sistema, pese a que en uno de ellos gobernó la controvertida presidencia de Carlos Salinas de Gortari. 

Su postura de poeta salió incólume. 

DE SUS LIBROS, RELUCEN HORAL Y ALGO SOBRE LA MUERTE DEL MAYOR SABINES

 Reconocido con muchos premios, Sabines es considerado un  poeta romántico dentro de la modernidad y expandida su obra en muchos libros. 

 La SEP y Joaquín Mortiz reprodujeron  buena parte de esas obras en  su tomo Poesía, Nuevo Recuento de Poemas (Lecturas Mexicanas 1986), en donde aparece el primer libro Horal, en el que se encuentra al final, Los amorosos. 

En la recopilación se publican  18 poemas de juventud, algunos escritos en el inicio de sus años veinte. 

Respecto a la obra Algo sobre la muerte del Mayor Sabines publica la primera y la segunda partes, como un homenaje al padre muerto. 

Su libro Mal tiempo se inicia con Doña Luz, el homenaje que a su vez le hizo a la muerte de su madre. 

Es muy singular lo que decía Sabines sobre su otro libro principal, Tarumba, que no sabía que significaba. Pero revisando a Lorca, vio que significaba tarambana, alocado, aunque otros autores le dijeron que podía ser todo, porque no tiene  significado y por eso le gustó. 

Reproduzco solo un retazo de ese libro, que vale la pena volver a revisar, porque recuerda de alguna manera, que vivimos en un  entorno  de grillos, no siempre recomendables. 

En este pueblo, Tarumba, miro a todas las gentes todos los días. 

Somos una familia de grillos. 

Me canso. 

Todo lo se,  lo adivino, lo siento, conozco los adulterios, los matrimonios, la muerte. 

Se cuando el poeta grillo quiere cantar.