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viernes, 8 de marzo de 2024

Tomás de Aquino y su última profecía


CERRO DE ORTEGA, Col., 8 de marzo de 2024.- El pasado 7 de marzo se conmemoraron los 750 años de la muerte de Santo Tomás de Aquino, patrono de la educación católica, quien pronunció una última profecía y una emotiva oración antes de partir al Cielo. 

En el relato de la muerte de Santo Tomás escrito por fray Guillermo de Tocco, biógrafo del santo, y que fue publicado por el sitio web: tomasdeaquino.org, administrado por el Instituto del Verbo Encarnado, se describe que el Doctor Angélico se dirigía a Roma, pero con problemas de salud.

Al pasar por la Abadía de Fossanova de los monjes cistercienses, al sur de Roma, aceptó quedarse allí para recuperar fuerzas, en su estadía, le dijo a su compañero la siguiente profecía: “Reginaldo, hijo mío, aquí será mi descanso para siempre, aquí viviré porque lo he deseado”. 

Para conocimiento del lector Tomás de Aquino habría dicho la letra de su hermoso canto que se entona hasta hoy en toda la Iglesia Católica.

Finalmente, Santo Tomás de Aquino, el 7 de marzo de 1274, entregó serenamente su espíritu al cielo, con sólo 49 años de edad.

La oración de Santo Tomás de Aquino antes de morir:

“Te recibo, precio de la redención de mi alma, te recibo, viático de mi peregrinación. Por tu amor he estudiado, he velado y me he gastado; 

te he predicado, te he enseñado y nunca he manifestado nada que esté en tu contra, y si ha sucedido lo he hecho sin querer y no persisto en esa opinión. 

Y si he dicho algo malo contra este Santísimo Sacramento u otra cosa, me someto enteramente a la corrección de la Santa Iglesia de Roma, en cuya obediencia dejo ahora esta vida”.